El impacto tras las cifras
Como banco de inversiones, nos entusiasman los números, ya que nos permiten ejecutar y dar seguimiento a los proyectos que desarrollamos en todo el mundo, además de evaluarlos. Pero hay algo que las cifras no transmiten: los sentimientos. ¿Qué se siente al tener agua corriente en tu casa por primera vez? ¿Al ser escuchado por tu comunidad? ¿Al ver cómo tu vida se transforma en positivo?
En Sobre el terreno le abrimos las puertas de los hogares de los beneficiarios de nuestras actuaciones para que pueda ver el impacto que hay tras las cifras.
Visitamos Fiyi, uno de los países insulares más poblados del Pacífico. La mitad de sus 900 000 habitantes vive en ciudades, donde está aumentando la demanda de servicios de abastecimiento de agua y alcantarillado. Allí conocimos a las personas que están ayudando a construir una nueva planta que llevará potable agua potable al área metropolitana de Suva.
Visitamos Antananarivo, en Madagascar. La ciudad fue azotada por una tormenta tropical en 2015 que provocó inundaciones sin precedentes y daños a un dique de suma importancia. Allí conocimos a algunos de sus ciudadanos, quienes quisieron compartir sus historias sobre la manera en que el BEI y los 40 millones de euros prestados en apoyo a los esfuerzos de reconstrucción y al impulso de la resistencia frente al cambio climático habían transformados sus vidas.
Le llevamos a la provincia de Manabí, en Ecuador, donde se localiza uno de los mayores proyectos de agua potable del país. Los lugareños del remoto municipio de Portoviejo comparten sus sinceros relatos sobre el efecto transformador que ha tenido en sus vidas este proyecto respaldado por el BEI, al llevar agua potable segura a sus hogares y empoderar a las mujeres de las zonas rurales.
Nos desplazamos a la región de Potosí, en los Andes bolivianos, para encontrarnos con Josefina y Desiderio, dos agricultores que nos relatan cómo se han visto transformadas sus vidas gracias al proyecto Cosechando Agua, Sembrando Luz, respaldado por el Estado de Bolivia, el Banco de Desarrollo FONPLATA y el BEI, que ha llevado energía limpia y agua potable a sus hogares.
