- El retraso de la inversión en tecnologías avanzadas, innovación y cambio climático pone en entredicho el papel mundial de Europa.
- Las empresas están dispuestas a invertir pero se muestran pesimistas ante las perspectivas políticas y regulatorias.
- Se necesitan 140 000 millones de EUR adicionales al año para alcanzar el objetivo comunitario de destinar el 3% del PIB a I+D para 2020.
El retraso en la inversión sigue lastrando la economía europea: las inversiones para mitigar el cambio climático continúan siendo escasas y las empresas de la UE siguen sin dedicar recursos suficientes a la investigación y el desarrollo, a otros activos inmateriales, e incluso a maquinaria y equipos, para seguir siendo competitivas a escala mundial. La proporción de la inversión –y de otros gastos que favorecen el crecimiento– con respecto al gasto público total sigue siendo baja, sobre todo en los países periféricos. Sin embargo, aumentan los niveles generales de inversión, especialmente en el sector empresarial e inmobiliario, y se están alcanzando los promedios históricos en la mayoría de países de la UE. Esta tendencia positiva debe ampliarse y hacerse extensiva a más sectores innovadores y pioneros si Europa quiere dejar atrás una década marcada por el déficit de inversión y ponerse a la altura de Estados Unidos y China.
Estas son las principales conclusiones del Informe de Inversiones 2018/2019 del BEI, presentado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) en su Conferencia Económica Anual celebrada en Luxemburgo el 28 de noviembre. El informe incorpora los resultados de la encuesta anual del BEI sobre la inversión (encuesta EIBIS) en la que participan 12 500 empresas de la UE.
«En líneas generales, la inversión en Europa está funcionando parcialmente bien», ha declarado Andrew McDowell, vicepresidente del BEI. «Sin embargo, existe una evidente escasez de inversión en sectores que son esenciales para hacer frente a los retos actuales y futuros. Es necesario acometer inversiones para seguir siendo competitivos a escala mundial en el actual contexto de rápida innovación y digitalización, para lograr la sostenibilidad y para crear una sociedad inclusiva y cohesionada. Además, debemos invertir de forma inteligente y audaz para aprender nuevas competencias, innovar y adoptar nuevas tecnologías, renovar nuestras infraestructuras y reducir la dependencia de los combustibles fósiles. El BEI está listo para ayudar a hacer frente a estos retos».
Tendencias generales de inversión
Según los datos de la encuesta EIBIS, las empresas tienen previsto aumentar sus inversiones, por término medio, en casi todos los países de la UE. Siguen siendo optimistas con respecto a la financiación a corto plazo y a las condiciones sectoriales, pero se muestran cada vez más pesimistas sobre el marco político y regulatorio. En conjunto, de cara a los próximos doce meses, las empresas se muestran considerablemente menos optimistas que en 2017 con respecto al entorno económico, y su nivel general de optimismo también ha descendido ligeramente.
El 77% de las empresas de la UE considera que la falta de personal cualificado constituye un obstáculo de cara a sus actividades de inversión. Esta proporción se ha incrementado en diez puntos porcentuales en los últimos tres años. El problema de la escasez de profesionales cualificados puede empeorar aún más con el auge de la economía inmaterial, el cual se asocia al aumento de la innovación y la digitalización. Es probable que estas tendencias incrementen la polarización social, a medida que aumente la demanda de trabajadores altamente y escasamente cualificados a expensas de los que tienen cualificaciones medias, amenazando así la cohesión social. Este escenario exige unas políticas más coordinadas en materia de mejora de competencias a nivel europeo, con beneficios netos claros en términos de cohesión económica y social.
La UE corre el riesgo de perder terreno en materia de innovación
La inversión en I+D en la UE se mantiene estable en el 2% del PIB, un nivel recientemente alcanzado por China e inferior al 2,8% acometido por Estados Unidos. Para que la UE alcance su objetivo de inversión en I+D del 3% del PIB para 2020, es necesario que se inviertan 140 000 millones de EUR adicionales al año.
Esta discrepancia se debe fundamentalmente al I+D empresarial, que representa el 1,3% del PIB en la UE y el 2% en Estados Unidos. Por su parte, los datos del BEI muestran que las empresas estadounidenses destinaron el 48% de su inversión total a activos inmateriales, frente al 36% de la UE. Solo el 8% de las empresas de la UE pueden ser calificadas de «líderes en innovación», frente al 16% de las entidades estadounidenses.
Según los datos de la encuesta EIBIS, el 42% de las empresas de la UE consideran que sus inversiones en tecnologías digitales son insuficientes. Estos retrasos en la adopción de la digitalización tienen un coste. Calculamos que existe una brecha del 17% en los niveles de productividad de las empresas no digitales en comparación con las digitales. Asimismo, la fuerte presencia de pequeñas empresas en la UE agrava el problema, ya que estas entidades son menos propensas a invertir en tecnologías digitales: solo el 55% de las empresas con menos de 50 empleados invierte en estas tecnologías, frente al 72% de las grandes compañías. La brecha digital es aún más evidente en el sector servicios de la UE, en el que el 74% de las empresas ha adoptado alguna tecnología digital, mientras que en Estados Unidos la proporción es del 83%.
Esta brecha puede acarrear graves consecuencias. «Nuestro análisis muestra que la trayectoria histórica adoptada genera una fuerte dependencia a la hora de explotar los beneficios de la digitalización. En otras palabras, se espera que las empresas digitales más eficientes y avanzadas no solo mantengan su posición en el mercado, sino que la consoliden aún más gracias a las tecnologías digitales», afirma Debora Revoltella, directora del Departamento Asuntos Económicos del BEI. Esta dependencia también se plasma en que las grandes compañías digitales del sector servicios se han beneficiado en gran medida por haber sido las primeras en actuar en este ámbito, lo cual les ha ayudado a convertirse en líderes del mercado en sus respectivos segmentos. «La inacción conlleva un coste que no queremos que Europa tenga que pagar».
Gasto en I+D (% del PIB)
Fuente: Cálculos del BEI basados en datos de Eurostat
Se estanca la inversión en mitigación del cambio climático
La inversión de la UE en mitigación del cambio climático sigue estancada en algo menos del 1,3% del PIB, manteniéndose obstinadamente por debajo del 1,5% del PIB alcanzado en 2012. Si bien la inversión en mitigación del cambio climático en el transporte y la eficiencia energética muestra una progresiva tendencia al alza, la inversión en energías renovables e infraestructuras de redes relacionadas ha descendido. La inversión en eficiencia energética tendría que multiplicarse por cuatro para cumplir los objetivos climáticos de la UE para 2030 y años ulteriores.
Inversión en mitigación del cambio climático en la UE
(miles de millones de EUR (izda.), % del PIB (dcha.))
Fuente: Base de datos del BEI sobre mitigación del cambio climático.
Nota: Basado en los datos de la Agencia Internacional de la Energía y en los cálculos del BEI.
Contexto:
Acerca del Informe de Inversiones del BEI
El Informe de Inversiones del BEI ofrece una visión general y un análisis exhaustivo de las inversiones y su financiación en la Unión Europea. La edición de 2018/2019 se centra en «reequipar la economía europea» y analiza muchas de las cuestiones estructurales que determinarán la prosperidad y sostenibilidad futuras del continente: competencias, innovación, tecnologías digitales, infraestructuras críticas y mitigación del cambio climático.
El Informe de Inversiones está elaborado por el Departamento Asuntos Económicos del BEI, un equipo de 40 economistas encabezado por Debora Revoltella, directora del departamento. La misión de este equipo es proporcionar estudios y análisis económicos que ayuden al Banco en sus actividades y en la definición de su posicionamiento, estrategia y política.
Acerca del BEI
El Banco Europeo de Inversiones desempeña un importante papel catalizador en la promoción de proyectos de inversión sólidos en apoyo de los objetivos de las políticas de la UE en Europa y en el resto del mundo. En 2017, el BEI concedió 70 000 millones de EUR en financiación a largo plazo para apoyar la inversión productiva pública y privada, al tiempo que el FEI aportó 9 300 millones de EUR. En conjunto, como primera estimación, esta actividad contribuyó a materializar proyectos de inversión por un valor aproximado de 250 000 millones de EUR.
El BEI es a la vez un banco y una institución pública. El BEI, cuyos accionistas son los 28 Estados miembros de la UE, capta financiación en los mercados de capitales internacionales y presta estos recursos a proyectos de inversión que abordan deficiencias sistémicas del mercado. Sus actividades se centran en cuatro ámbitos clave para conseguir un crecimiento y una sostenibilidad inteligentes y promover la creación de empleo: innovación y competencias, pymes, acción por el clima e infraestructuras estratégicas.
El BEI facilita operaciones sensatas en condiciones de máxima exigencia Los proyectos no sólo deben ser financiables, sino que también deben cumplir estrictas normas económicas, técnicas, ambientales y sociales para obtener resultados tangibles y mejorar la calidad de vida. Además de sus actividades de financiación, el Banco combina otros instrumentos para aprovechar al máximo los recursos disponibles, por ejemplo, ayudando a transformar los fondos de la UE en productos financieros como préstamos, garantías e instrumentos de capital. Las actividades de asesoramiento y la asistencia técnica pueden ayudar a poner en marcha proyectos y conseguir el mayor retorno posible a la inversión realizada.
Las inversiones apoyadas por el Grupo BEI generan un impacto duradero en la economía de la UE. En estrecha colaboración con el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, los economistas del Banco han utilizado el sólido modelo económico RHOMOLO para calcular el impacto macroeconómico futuro de las operaciones respaldadas por el BEI en la UE. De aquí a 2036, se espera que las inversiones apoyadas por el Grupo BEI en 2017 incrementen el PIB de la UE en un 0,7% con respecto al escenario de referencia, generando 650 000 puestos de trabajo adicionales gracias a su impacto estructural en la productividad y la competitividad.
http://www.eib.org/infocentre/publications/all/investment-report-2018.htm
http://www.eib.org/infocentre/publications/all/investment-report-2018-key-findings.htm