Con motivo del Día Internacional de la Mujer, las directivas del banco de la UE afirman que invertir más en las mujeres emprendedoras es lo correcto desde el punto de vista social y ético. Las empresas propiedad de mujeres también obtienen grandes beneficios.
Teresa Czerwinska, Lilyana Pavlova y Gelsomina Vigliotti, vicepresidentas del Banco Europeo de Inversiones
Dejar a las mujeres al margen de las oportunidades económicas, ya sea por no apoyar sus empresas o por ignorar sus ideas y experiencia, incide negativamente sobre la rentabilidad económica general y limita la innovación que necesitamos para abordar grandes problemas como el cambio climático.
Debemos atribuir más importancia al apoyo a las mujeres emprendedoras, y no solo porque sea lo correcto desde el punto de vista ético o social, sino porque la recompensa merece la pena. Brindar a las mujeres la igualdad de oportunidades podría generar riqueza por valor de 160 billones de dólares, gracias a un uso más eficiente de las capacidades humanas.
Las fundadoras de empresas emergentes son una rareza en Europa, en parte debido a que las mujeres crean menos empresas que los hombres. Aunque representan más de la mitad de la población, las mujeres suponen menos de un tercio de los emprendedores. A pesar de recibir menos de la mitad de capital de inversión que sus homólogos varones, las empresas fundadas por mujeres generan el doble de ingresos por dólar invertido.
Las mujeres están especialmente infrarrepresentadas en el capital riesgo. Aunque consigan crear una empresa emergente, enfrentan dificultades para conseguir financiación. Las mujeres emprendedoras solo obtuvieron una pequeña fracción de la inversión en capital riesgo en 2021: un 1 %. Las cifras no son mucho mejores al otro lado del Atlántico. En 2021, las emprendedoras de los Estados Unidos recibieron apenas el 2 % del total de fondos de capital riesgo , la proporción más baja desde 2016.
La diversidad al más alto nivel de las empresas también contribuye a mejorar los resultados financieros. Las empresas con una fuerte representación femenina en sus consejos de administración tienen un 28 % más de probabilidades de obtener una rentabilidad superior a la de sus competidoras, mientras que las empresas cuyos equipos de dirección presentan diversidad de género tienen un 25 % más de probabilidades de tener una rentabilidad superior.
Medidas concretas de apoyo a las mujeres
El estudio Funding Women Entrepreneurs: How to Empower Growth, realizado por InnovFin Advisory, centro de asesoramiento del Banco Europeo de Inversiones, concluye que la financiación de capital riesgo y de capital inicial para empresas dirigidas por mujeres o propiedad de estas está mejorando gradualmente en la Unión Europea. También son más las mujeres que crean sus propios fondos de inversión o trabajan como socias principales en fondos de capital riesgo.
Sin embargo, Europa sigue a la zaga de otras regiones del mundo en cuanto a la proporción de inversiones de capital riesgo y de otras inversiones privadas que reciben las mujeres. El porcentaje de actividad empresarial entre las mujeres europeas también es bajo: un 5,7 % frente a una media del 11 % en el resto del mundo.
Hace falta un cambio radical para ponernos al día . La capacidad de las mujeres para crear y financiar empresas podría mejorar drásticamente si se resuelven cuatro ámbitos clave:
1. Aumentar el número de gestoras de fondos y mujeres responsables de la toma de decisiones en los fondos de capital riesgo. La falta de socias en las empresas de capital riesgo y la escasez de fondos de inversión dirigidos o gestionados por mujeres constituyen obstáculos importantes. Solo el 5 % de los socios administradores de los fondos de capital riesgo de la UE son mujeres, mientras que las mujeres representan alrededor del 15 % de los socios colectivos de las empresas de capital riesgo estadounidenses.
Las empresas de capital riesgo que tienen alguna socia son tres veces más propensas a invertir en empresas dirigidas por una mujer. El fondo de Icelandic Venture, de Crowberry Capital, fue creado por mujeres. Las mujeres fundadoras han recibido un tercio de ese dinero. Para su segundo fondo, Crowberry Capital recaudó 76 millones de euros para empresas de tecnologías de la información y de las comunicaciones en su fase inicial, de los cuales, 20 millones de euros procedían del Fondo Europeo de Inversiones y de la Comisión Europea.
2. Invertir con perspectiva de género, creando fondos e instrumentos financieros específicos para apoyar el espíritu empresarial de las mujeres. Algunas de las barreras a las que se enfrentan las emprendedoras son estructurales. Por ejemplo, se espera que los socios colectivos aporten entre el 1 % y el 3 % del capital de un nuevo fondo. Las inversoras pueden carecer de reservas para ese tipo de inversión o para cubrir los gastos de funcionamiento hasta que el fondo empiece a dar beneficios. También pueden carecer de la experiencia de sus colegas varones, lo que dificulta la captación de fondos.
3. Ayudar a las mujeres a encontrar los fondos y el asesoramiento técnico necesarios para hacer crecer su negocio. La mayoría de las mujeres dependen de sus propios ahorros y de las aportaciones de sus familiares para fundar un negocio, lo que puede limitar de forma drástica el crecimiento de su empresa. Según estudios realizados en Francia, solo el 10 % de las mujeres emprendedoras recurren a los bancos en busca de apoyo, aproximadamente un tercio menos que los hombres. Iniciativas nacionales como Entreprise Ireland, el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial en España y Bpifrance proporcionan fondos a las empresas propiedad de mujeres durante la fase inicial, pero esos fondos pueden disminuir a medida que la empresa crece.
4. Apoyar a las mujeres empresarias en sectores con grandes carencias, como la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (CTIM). Aunque el número de mujeres que trabajan en la investigación en Europa crece lentamente, las inventoras siguen estando infrarrepresentadas en todos los ámbitos tecnológicos, según la encuesta She Figures 2021 de la Comisión Europea. Su ausencia implica que uno de los ámbitos más dinámicos del crecimiento económico —la alta tecnología y la innovación— está evolucionando sin tener en cuenta las aportaciones, experiencias o perspectivas de la mitad de la población. La falta de modelos femeninos también produce un efecto de gran calado en las niñas interesadas en los campos de CTIM.
Menos palabras y más acción
A veces, el mero hecho de poner el foco en un problema puede generar soluciones. En 2019, el Consejo Europeo de Innovación se fijó el objetivo de mejorar el número de empresas emergentes dirigidas por mujeres que reciben financiación en el marco de su programa Acelerador. Al invitar a más mujeres a presentar sus empresas y aumentar el número de miembros femeninos del jurado al 50 %, el Consejo aumentó del 8 % al 29 % el porcentaje de empresas emergentes dirigidas por mujeres que reciben financiación en el marco del fondo Acelerador.
Tenemos empuje. Europa ha registrado un número récord de salidas exitosas —ofertas públicas iniciales, compras o adquisiciones— de empresas emergentes fundadas por mujeres en 2021. No obstante, debemos alcanzar una masa crítica de mujeres que rompan las barreras como empresarias de alta tecnología e inversoras, a fin de hacer frente con eficacia a los sesgos arraigados. También necesitamos más datos sobre las barreras a las que se enfrentan las mujeres, de modo que los bancos privados y los gobiernos puedan apoyar mejor la igualdad de oportunidades.
La mejora de las oportunidades para las mujeres no solo abrirá nuevos mercados. También aumentará la competitividad y la posición mundial de la Unión Europea, al tiempo que aborda una cuestión de justicia social. Las mujeres no reciben un trato equitativo y, sin embargo, son la mejor oportunidad de inversión de la sociedad. Todo indica que los avances hacia la igualdad de género tienen el potencial de transformar nuestras economías. Sin embargo, las mujeres son ignoradas y no acceden a una financiación suficiente. Esto no es justo ni inteligente. Ya es hora de que esto cambie.