Un fondo latinoamericano de agricultura verde transforma una empresa colombiana en líder en la producción de lima orgánica y en un potente agente del cambio social en las zonas rurales de Medellín
Hace tan solo unos años, Jairo Villa y su familia vivían en una casa pequeña y antigua que ni siquiera tenía tejado. «Nuestra casa no tenía más que 35 metros cuadrados y cuando llovía había goteras por todas partes», comenta Villa, de 57 años, que trabaja para una empresa productora de lima a las afueras de Medellín (Colombia). «Mi mayor sueño era construir una casa nueva».
El clima de Colombia es ideal para la agricultura, pero la degradación de las tierras fértiles tras el prolongado conflicto armado interno del país afectó a muchas granjas y redujo las oportunidades de empleo para las comunidades rurales que rodean las grandes ciudades, como Medellín. La empresa de lima orgánica en la que trabaja Villa, Equilibria, intenta regenerar el paisaje de Colombia y su tejido social al mismo tiempo.
«Empleamos la agricultura orgánica para regenerar las tierras que antes se dedicaban a la cría de ganado y creamos cientos de puestos de trabajo cualificados y estables en nuestras huertas, planta de procesado y oficinas», explica Juan Pablo Duque, fundador de Equilibria.
En palabras del propio Villa, el resultado es que «tengo un empleo mejor y puedo disfrutar de una casa preciosa con mi mujer y mis dos hijos».
Capital riesgo en biodiversidad y silvicultura en América Latina
Equilibria promueve un planteamiento de la agricultura más justo, ecológico y sofisticado. El Banco Europeo de Inversiones ayuda a esta empresa y a muchas otras invirtiendo en el EcoEnterprises Fund, una empresa de capital riesgo dirigida por mujeres que se dedica a proyectos de silvicultura y biodiversidad en América Latina. El fondo invierte en empresas que se comprometen a promover la agricultura sostenible, mejorar la vida de las personas y empoderar a las mujeres.
En 2019, Equilibria obtuvo un préstamo a largo plazo de EcoEnterprises para ayudar a transformar hasta 2 000 hectáreas de pastos de ganado infrautilizados y degradados en prósperas huertas de lima orgánica. La empresa espera plantar hasta 700 000 limas en los próximos dos o tres años.
La empresa está rompiendo con el concepto tradicional de titularidad de la tierra. En lugar de comprarla, Equilibria arrienda las granjas infrautilizadas por un mínimo de 20 años. «No destinamos recursos a ser propietarios del suelo, sino a hacerlo productivo de nuevo, a plantar miles de árboles, a ofrecer un producto excelente a los clientes internacionales y a generar empleo donde actualmente no existe», relata Duque. «Nuestro activo radica en nuestros conocimientos y experiencia en agricultura, además de contar con un equipo y una ejecución fantásticos sobre el terreno».
Equilibria se basa en una tecnología innovadora y más ecológica. Emplea instrumentos de última generación para aumentar la producción, minimizar el consumo de agua y aplicar un control de plagas respetuoso con el medio ambiente.
«Nuestras explotaciones rebosan vida», dice Angie Álvarez, responsable de certificaciones de Equilibria. «Puedes ver insectos, reptiles y pájaros por todas partes en medio de las huertas. Conservamos todos los bosques y corredores biológicos existentes en la zona y reforestamos puntos críticos como las orillas de los ríos con especies autóctonas a fin de proteger estos recursos vulnerables, aumentar la biodiversidad y evitar la erosión del suelo».
Medios de vida sostenibles a través del fondo de agricultura ecológica de América Latina
No es fácil encontrar financiación para cultivar enormes volúmenes de limas. «Los bancos locales tenían dudas a la hora de concedernos préstamos», comenta Duque. «Contar con el tipo adecuado de financiación paciente y flexible para las primeras huertas ha sido fundamental».
EcoEnterprises presta apoyo a numerosas empresas de América Latina y otras partes del mundo. El Banco Europeo de Inversiones fue fundamental para poner en marcha el EcoEnterprises Fund en 2000 y desde entonces ha sido un socio clave, con dos grandes inversiones por un valor superior a 21 millones de euros en la última década. El más reciente firmado con el BEI data de mayo de 2018, pero EcoEnterprises sigue prestando apoyo a empresas de todo el mundo con esta inversión.
«El mundo necesita fondos climáticos y de infraestructuras, ya que con frecuencia están gestionados por personal local que comprende el marco cultural y social de la zona», indica Gergely Horvath, responsable de inversión de fondos climáticos del BEI que trabajó en el acuerdo con EcoEnterprises. «Al seleccionar los fondos de inversión adecuados, podemos trabajar más en ámbitos en los que es difícil encontrar financiación, como el cambio climático, el bienestar social y la igualdad de género».
La inversión de Equilibria demuestra que la conservación de la naturaleza puede ser atractiva desde el punto de vista comercial y beneficiosa por igual para comunidades, empresas e inversores.
«Los fondos de inversión constituyen una fuente de recursos excelente para movilizar más capacidades financieras en el sector privado de forma sostenible , al tiempo que abordamos los grandes desafíos de nuestro tiempo, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático», añade Horvath.
Cómo ha ayudado Equilibria a su región en 2021
- 215 puestos de trabajo creados
- Todos los empleados tienen acceso a la banca
- Más de la mitad de la alta dirección son mujeres
- 925 hectáreas de terreno gestionado de forma sostenible
- 16 hectáreas de terreno reforestadas con árboles autóctonos
- 130 000 limas plantadas en huertas
- El 100 % de la fruta está certificado como orgánica
Igualdad de género en América Latina
A la hora de decidir si apoyar o no a una empresa, EcoEnterprises comprueba si las mujeres ocupan puestos de liderazgo, y anima a las empresas a contratar mujeres a todos los niveles de la dirección.
«Las mujeres siempre han sido una especie de mayoría silenciosa, pero son el pegamento social de las comunidades de América Latina», afirma Julia Santander, gestora de fondos que trabaja en Colombia para EcoEnterprises. «Nuestro fondo quiere que las empresas reconozcan la importancia del trabajo de las mujeres, respalden el equilibrio de género en la titularidad de las tierras y el control de los ingresos, y se aseguren de que las mujeres son recompensadas por su trabajo».
Equilibria se ajusta a estos criterios.
Más de la mitad de su alta dirección está formada por mujeres. Más del 50 % de sus empleados no completaron la enseñanza primaria, más del 20 % tuvieron que cambiar de casa debido al conflicto armado y casi ninguno de ellos tenía una cuenta bancaria antes de trabajar en la empresa, indica Manuela Ramírez, jefa de recursos humanos. «En la actualidad, todos los empleados de Equilibria tienen pleno acceso a la banca y la seguridad social y reciben formación para seguir creciendo dentro de la empresa», asegura.
Equilibria todavía tiene más ideas para ayudar a que las personas crezcan. «Estamos pensando en crear un programa de vivienda social y en abrir nuestra propia guardería para promover el empleo femenino», dice Ramírez. «A todos los empleados les preguntamos cuáles son sus sueños y cada año elegimos uno que hacemos realidad de forma conjunta como equipo».