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    Encuesta del BEI sobre el clima 2019-2020 (3/3)

    Conducir y volar: los europeos desean menos de ambos

    La tercera edición de la encuesta del BEI sobre el clima muestra que los europeos están dispuestos a respaldar las medidas públicas para combatir el cambio climático, aunque afecten a su vida cotidiana. Los encuestados se mostraron favorables a imponer gravámenes a los viajes aéreos y a subir el precio de los alimentos y bienes que dan lugar a emisiones de carbono elevadas. Los participantes en la encuesta también apoyan limitar el uso del plástico y aumentar los programas escolares dedicados a la crisis climática. Los europeos también quieren penalizar el uso del automóvil en los centros de las ciudades, reducir los límites de velocidad y fomentar más la transición a la energía limpia.

    La encuesta del BEI sobre el clima revela un gran apoyo ciudadano a las medidas de prohibir los vuelos de corta distancia y penalizar el uso del automóvil en el centro de las ciudades.

    La tercera parte de la encuesta, realizada en colaboración con la empresa de estudios de mercado BVA, arrojó que el 82 % de los europeos considera que las comunidades y los trabajadores más afectados por la transición a la energía limpia deberían recibir ayudas económicas. En cuanto al transporte y el consumo sensible al clima, el 62 % de los europeos están a favor de prohibir los vuelos de corta distancia, mientras que el 59 % respaldan subir el precio de los alimentos y bienes que tienen una huella de carbono elevada. El 91 % de los europeos apoyan los programas escolares que promueven la lucha contra el cambio climático y la clasificación de residuos.

    El objetivo de esta edición de la encuesta del BEI sobre el clima es revelar cómo perciben los europeos sus responsabilidades en la lucha contra el cambio climático y la búsqueda de soluciones normativas.

    “El cambio climático es una de las principales preocupaciones de los ciudadanos europeos, que están dispuestos a hacer sacrificios personales para luchar contra el calentamiento global y vivir de una manera más sostenible. Ahora bien, al mismo tiempo esperan que tanto gobiernos como empresas tomen medidas para reducir las emisiones de carbono y mejorar la protección del medio ambiente. Todos debemos formar parte de la respuesta a este desafío.”
    Vicepresidenta Emma Navarro

    Presentación general

    La mayoría de los europeos creen que necesitan mejores servicios e infraestructuras para hacer frente al cambio climático. No obstante, en algunos países como Hungría, Finlandia, Francia y los Países Bajos, la mayoría de los ciudadanos preferirían recibir ayudas económicas o reducciones de impuestos. Al igual que estadounidenses y chinos, los europeos prefieren soluciones que los involucren menos personalmente o que puedan tener un impacto positivo en sus bolsillos. Entre tales soluciones citan la educación sobre cambio climático y clasificación de residuos, la prohibición de plásticos de un solo uso, el transporte público gratuito y las zonas exclusivamente peatonales en el centro de las ciudades.

    La mayoría de los europeos también se muestran favorables a medidas que penalicen el uso del automóvil: el 67 % de los europeos apoyan conceder menos espacio para los coches en el centro de las ciudades y el 67 % son partidarios de reducir los límites de velocidad. Los encuestados de China están mucho más dispuestos a respaldar estas medidas, con un 90 % a favor de reducir el espacio para coches en el centro de las ciudades y un 88 % partidario de límites de velocidad más bajos. La mayoría de los encuestados europeos (59 %) también apoyan subir el precio de alimentos y bienes que tienen una huella de carbono elevada, como las carnes rojas, los teléfonos móviles y los alimentos transportados a grandes distancias, lo que supone 10 puntos porcentuales más que la media estadounidense del 49%.

    Mejorar la forma de viajar

    Los ciudadanos de la Unión Europea, Estados Unidos y China apoyan una amplia gama de iniciativas políticas para combatir el cambio climático. Con respecto al transporte aéreo, el 62 % de los europeos apoyan una prohibición de los vuelos de corta distancia, en comparación con el 49% de los estadounidenses y el 80% de los chinos encuestados.

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    Además, generalmente se apoya la aplicación de un impuesto a las emisiones de carbono del transporte aéreo. No obstante, el estudio revela diferencias significativas en el grado de apoyo: el 93 % de los ciudadanos chinos apoyan un impuesto a las emisiones de carbono del transporte aéreo, frente al 72 % de los europeos y solo el 60 % de los estadounidenses. El 84 % de los europeos está a favor de disponer de más zonas exclusivamente peatonales en el centro de las ciudades y el 82 % apoyan prohibir los vehículos de altas emisiones en los centros urbanos.

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    Educación, huella de carbono del consumo y ayudas económicas a la transición a la energía limpia

    Los encuestados en todo el mundo son ampliamente partidarios de recurrir a la educación para promover políticas climáticas. El 91 % de los europeos, el 97 % de los chinos y el 80 % de los estadounidenses apoyan impartir formación en los colegios sobre cambio climático y clasificación de residuos.

    En cuanto al consumo, el 85 % de los encuestados europeos apoyan prohibir el plástico de un solo uso como pajitas y cubiertos de plástico, muy por encima del 62 % de estadounidenses que respaldan tal prohibición. En cambio, solo el 59 % de los ciudadanos europeos apoyarían subir el precio de alimentos y bienes, como las carnes rojas y los teléfonos móviles, que tienen una huella de carbono sustancial, una proporción notablemente más baja que la media china del 84 %.

    Además, el 82 % de los europeos creen que las comunidades y los trabajadores más afectados por la transición a la energía limpia deberían recibir ayudas económicas, frente al 68 % de los estadounidenses y al 93 % de los chinos.

    Conozca más detalladamente el compromiso de los ciudadanos en materia de cambio climático en los siguientes países

    El 78 % de los encuestados franceses apoyan un impuesto a las emisiones de carbono del transporte aéreo.

    ©EIB Graphic Team/ EIB

    La mayoría de los franceses están a favor de gravar los vuelos para luchar contra el cambio climático: el 78 % de los encuestados franceses son partidarios de un impuesto a las emisiones de carbono del transporte aéreo, 6 puntos porcentuales por encima de la media de la UE (72 %). Además, el 67 % respaldan la prohibición de los vuelos de corta distancia, 5 puntos porcentuales por encima de la media de la UE del 62 %. En cambio, solo el 58 % se declaran a favor de prohibir progresivamente los coches diésel, frente a la media de la UE del 65 %. El 81 % de los franceses creen que las comunidades y los trabajadores más afectados por la transición energética deberían recibir ayudas económicas.

    En cuanto a un consumo sensible al clima y a los residuos plásticos, por lo general, los franceses respaldan subir el precio de alimentos y bienes con una huella de carbono sustancial, como las carnes rojas y los teléfonos móviles, y el 60 % de los encuestados apoyan esta medida. También quieren reducir los residuos plásticos: el 89 % están a favor de prohibir el plástico de un solo uso, 4 puntos porcentuales más que la media de la UE del 85 %.

    El 67 % de los alemanes apoyan prohibir los vuelos de corta distancia.

    ©EIB Graphic Team/ EIB

    Los alemanes apoyan diversas medidas para luchar contra el cambio climático, sobre todo aquellas que mejorarían la «movilidad blanda» en las ciudades, tales como transporte público gratuito y zonas exclusivamente peatonales en los centros urbanos. Están más dispuestos a aceptar medidas restrictivas en sus vidas cotidianas, como la prohibición de los vuelos de corta distancia o la subida del precio de alimentos o productos que tiene una huella de carbono elevada.

    Los alemanes se muestran generalmente favorables a gravar los medios de transporte intensivos en carbono. Esto es especialmente cierto en el caso del transporte aéreo: el 71 % de los encuestados alemanes están a favor de un impuesto a las emisiones de carbono del transporte aéreo, y el 67 % respaldan prohibir los vuelos de corta distancia, lo que supone 5 puntos porcentuales por encima de la media de la UE (62 %). Asimismo, el 63 % de los alemanes apoyan subir el precio de alimentos y bienes con una huella de carbono sustancial, como la carne roja y los teléfonos móviles. También respaldan los esfuerzos en el ámbito educativo como iniciativa de política pública efectiva, con un 88 % a favor de programas escolares sobre cambio climático y clasificación de residuos.

    El 88 % de los italianos apoyan prohibir los vehículos con altas emisiones en el centro de las ciudades.

    ©EIB Graphic Team/ EIB

    En general, los italianos respaldan limitar el uso de vehículos muy contaminantes. El 71 % de los encuestados son partidarios de prohibir progresivamente los coches diésel, 6 puntos porcentuales por encima de la media de la UE (65 %). Además, el 88 % de los ciudadanos italianos apoyan la prohibición de vehículos altamente contaminantes en el centro de las ciudades, también 6 puntos por encima de la media de la UE (82 %).

    Asimismo, el 90 % de los italianos están a favor de prohibir el plástico de un solo uso, 5 puntos porcentuales más que la media de la UE del 85 %. El 87 % de los italianos creen que las comunidades y los trabajadores más afectados por la transición energética deberían recibir ayudas económicas, frente a la media del 82 % de la UE.

    No obstante, en comparación con otros europeos, los italianos son menos partidarios de gravar los viajes en avión para combatir el cambio climático: el 69 % de los encuestados italianos están a favor de un impuesto a las emisiones de carbono del transporte aéreo, frente a la media del 72 % de la UE. Solo el 61 % de los encuestados de entre 15 y 29 años apoyan el impuesto al carbono, frente al 72 % de las personas mayores de 65 años.

    El 76% de los polacos están a favor de reducir el espacio para coches en el centro de las ciudades.

    ©EIB Graphic Team/ EIB

    En general, los polacos respaldan una variedad de medidas relacionadas con el transporte para luchar contra el cambio climático. El 68 % de los polacos apoyan una prohibición progresiva de los coches diésel, frente a la media del 65 % de la UE. Además, el 62 % de los polacos respaldan prohibir los vuelos de corta distancia, lo que está en línea con la media de la UE. El 71 % de los encuestados mayores de 65 años están a favor de prohibir los vuelos de corta distancia, en comparación con el 55 % en el caso de los jóvenes entre los 15 y 29 años de edad.

    Asimismo, el 76 % de los encuestados polacos son partidarios de reducir el espacio dedicado a los coches en el centro de las ciudades, lo que supone 9 puntos porcentuales por encima de la media de la UE del 67 %. Los polacos también respaldan la medida del transporte público gratuito, con un 94 % a favor, ligeramente por encima de la media de la UE del 91 %.

    No obstante, el 49 % de los polacos apoyan una subida del precio de alimentos y bienes con una huella de carbono sustancial, como la carne roja y los teléfonos móviles, 10 puntos porcentuales por debajo de la media de la UE del 59%.

    El 87 % de los españoles apoyan que se prohíban los vehículos con altos niveles de emisión en el centro de las ciudades.

    ©EIB Graphic Team/ EIB

    En general, los españoles respaldan una variedad de medidas dirigidas a limitar los medios de transporte intensivos en carbono. El 70 % de los españoles apoyan una prohibición progresiva de los coches diésel y el 87 % son partidarios de prohibir los vehículos con altos niveles de emisiones en los centros de las ciudades, frente a la media de la UE del 65 % y 70 %, respectivamente. Además, el 78 % de los españoles (11 puntos por encima de la media europea del 67 %) están a favor de establecer límites de velocidad más bajos en las ciudades. Asimismo, el 62 % de los españoles apoyan la prohibición de los vuelos de corta distancia.

    Los españoles respaldan ampliamente los esfuerzos en el ámbito educativo como iniciativa de política pública efectiva, y un 94 % se declara a favor de los programas escolares sobre cambio climático y clasificación de residuos. En toda Europa, el 91 % de los encuestados apoyarían dicha política.

    En Suecia, las mujeres se muestran más inclinadas que los hombres a respaldar una subida del precio de alimentos y bienes que tienen una huella de carbono elevada.

    ©EIB Graphic Team/ EIB

    En general, los suecos son menos partidarios de gravar los viajes en avión para luchar contra el cambio climático que otros países europeos: solo el 64 % de los encuestados se manifiestan a favor de un impuesto a las emisiones de carbono del transporte aéreo de pasajeros, 8 puntos porcentuales por debajo de la media de la UE del 72 %. Además, solo el 56 % de los suecos respaldan una prohibición progresiva de los vehículos diésel, frente a la media de la UE del 65 %. Hay una clara división sobre este tema en función del género: el 62 % de las mujeres encuestadas apoyarían tal prohibición progresiva, frente al 50 % de los varones.

    Asimismo, el 58 % de los encuestados suecos se manifiestan a favor de subir el precio de alimentos y bienes con una huella de carbono elevada, como las carnes rojas, los teléfonos móviles y los alimentos transportados a largas distancias, lo cual está en línea con la media de la EU. De nuevo, las mujeres suecas son más favorables a la subida de precios (64 %) que los hombres (51 %).

    En cambio, cuando se trata de prohibir el plástico de un solo uso, los suecos se muestran menos inclinados que la media de la UE: el 77 % de los encuestados apoyan dicha prohibición, 8 puntos porcentuales por debajo de la media de la UE del 85 %.

    La segunda edición de la encuesta del BEI sobre el clima analiza cómo perciben el fenómeno del cambio climático los ciudadanos de la Unión Europea, Estados Unidos y China.

    ©Hudson Hintze/Unsplash

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    Thomas Froimovici

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